miércoles, 27 de julio de 2011

MARINA ESPUMANTE 2010, burbujas del Levante.

Dando una vuelta por la sección de vinos y bebidas de un gran supermercado, me topé sin quererlo, con uno de los vinos de los que siempre quise volver a probar. Y digo “volver” porque ya tuve la ocasión de catarlo en la importante y magnífica Feria de los Vinos Nobles de Jerez del año pasado. En esta ocasión, y haciendo honor a las altas temperaturas de estas fechas veraniegas, nos encontramos con un vino espumoso, pero no es un cava ni un champagne, es un espumoso dulce alicantino que refresca y hace disfrutar de todo aquel que lo toma. Y es así como yo lo recordaba: color muy pálido con abundante burbuja fina y corona muy espumosa, aromas limpios de frutas de hueso blancas y florales, y una boca chispeante y dulzona. Es un vino de los que yo llamo “de gusto universal”, porque gusta a todo el mundo, incluso a los reacios a los espumosos tipo cava, champagne, etc.; siendo idóneo para servir como aperitivo o postre en una comida entre amigos. ¡No te falla!
Este vino espumoso está elaborado por el método Charmat. Y ustedes me diréis, ¿qué es eso de Charmat? Voy a explicarlo y de camino aclaramos algunos conceptos sobre la familia de los espumosos:
Hay muchos tipos de espumosos, pero podemos clasificarlos por el origen de las burbujas en espumosos exógenos y espumosos endógenos:
-          Exógenos: Son los que se les añade gas para la formación de burbujas, como los “lambruscos” o “vinos de aguja”.
-          Endógenos: Son los que obtienen las burbujas por su fermentación, como los “cavas” o “champagnes”.
Los endógenos son los más valorados por la tradición y por el tiempo empleado en su elaboración, y dentro de ellos los elaborados por el método tradicional o champenoise son los más cotizados. Aquí, el gas carbónico procede de una segunda fermentación en la botella por la adicción previa de azúcar y levaduras que se acumulan en el cuello al posicionar las botellas en las rimas o pupitres para su posterior degüelle (acción de congelar la zona cercana al tapón, retirar este y verter los sedimentos solidificados por el frío junto con una pequeña cantidad de vino).Esta segunda fermentación se produce en la misma botella que después saldrá al mercado. En el método Millispark ocurre igual, pero las levaduras están dentro de una cápsula para una mayor limpieza en el degüelle. El método Transfer también tiene la segunda fermentación en botella por el añadido de levaduras, pero luego se pasa, manteniendo siempre la presión, a depósitos para ser filtrado y embotellado para su venta. 

En el método Charmat, que es el propio del espumoso del que estamos escribiendo, la segunda fermentación se lleva a cabo en grandes cubas de acero inoxidable bajo presión o Granvas (gran envase) durante al menos 20 días, para su posterior filtración y embotellado. Se utiliza por ejemplo en el conocido Asti spumanti italiano. Es un método más rápido y menos laborioso que el tradicional, por lo que se produce normalmente en mayores proporciones, dando lugar a precios muy asequibles por botella. El resultado es un vino con menos complejidad, pálido y ligero, aunque más “limpio” en aromas y fresco en boca.

También podemos mencionar a los espumosos según el país de origen:
-          Cremant en Francia (los champagnes son los espumosos producidos en esa histórica zona francesa).
-          Cava o espumosos en España.
-          Spumante en Italia.
-          Espumante en Portugal.
-          Sekt en Alemania.
-          Champaña o vino espumoso en Chile.
-          Sparkling Wine en EE.UU.
-          Pezsgö en Hungría.
-          Pomar Espumante en Venezuela.
-          Etc.
Antes de pasar a la cata de este vino espumoso, debemos decir que la bodega de la que proviene (Cooperativa Bodegas BOCOPA) es una de las más importantes de la costa levantina a nivel de producción, sacando al mercado más de la mitad de toda la producción de la D.O. Alicante, y recogiendo numerosos premios nacionales e internacionales por sus vinos. Precisamente, este año, el Marina Espumante ha sido premiado en el concurso “Vinalies Internacionales” con la Medalla de Oro, además de  conseguir el Manojo de Plata de los “Premios Manojo” en Tordesillas, referente para las bodegas cooperativistas.

Botella llamativa y original, al estilo italiano.

Detalle curioso en la cápsula de la botella.

                     
Llaman también la atención los 7 grados de alcohol de este vino, que lo hacen más amable ante los ojos de la sociedad de hoy en día que prefiere bebidas bajas en alcohol; y su buena relación calidad-precio, haciendo frente en este aspecto a los “sobrevalorados” champagnes franceses.

MARINA ESPUMANTE 2010
·        Bodega: Bodegas Bocopa.
·        Zona: D.O. Alicante.
·        Tipo de vino: Blanco espumoso dulce.
·        Meses en barrica: No tiene. Método Charmat.
·        Variedades: Moscatel de Alejandría.
·        % alcohol: 7%.
·        Precio aprox.: 5,5€.
·        www.bocopa.com
·        Punt. Personal (0-100): 74 ptos.

Para el análisis visual, prefiero escanciar este tipo de vinos (espumosos) en una copa tipo “flauta”, ya que creo que se aprecia mejor la verticalidad, tamaño y velocidad de las burbujas (perlaje), y no se forma tanta espuma en la superficie como en una copa tipo “burdeos”. En el examen de la efervescencia, podemos apreciar una abundante espuma brillante y persistente. Por debajo de ella las numerosas y finas burbujas suben a la superficie rápidamente, como si les faltara el aire, pero siempre una detrás de otra formando varias columnas verticales. El color del vino es muy pálido, casi blanco, destacando su gran brillo y transparencia.

Cambiamos de copa a la de tipo “burdeos”, dónde podemos apreciar con más intensidad los limpios y potentes aromas típicos de esta variedad de uva: almizcle, pera blanca, azahar, mosto, y alguna fruta cítrica y tropical.
En boca todo es facilidad y frescor, incitándote a dar otro sorbo a la copa. Fruta por los cuatro costados, imponiéndose el sabor a mosto y a pera blanca. La dulzura de este vino no es empalagosa, siendo acompañada con el chisporroteo de las burbujas que cosquillea nuestra boca y lo hace más fresco y agradable.
Este tipo de vinos espumosos dulces y aromáticos se deben servir con hielo en una cubitera y tomarlos, para disfrutarlos con toda su plenitud como aperitivo, a unos 6 o 8 grados de temperatura. ¡¡Qué bien se saborean estos vinos en estos meses veraniegos!!

¡Hasta pronto!



viernes, 22 de julio de 2011

ZIRIES 2008, un proyecto hecho realidad.



La paciencia y el duro trabajo siempre tienen su recompensa. Este vino es el resultado de un ilusionante proyecto de varios amigos viticultores, que junto con su pasión por el vino han visto realizado su sueño. Empezaron en el año 2002 con una pequeña bodega en San Pablo de los Montes (Toledo), pero pronto se les quedó pequeña y se trasladaron en 2005 a la actual, en Cuerva. Se trata de Bodegas Lobecasope de los Montes de Toledo, con una filosofía de viticultura biodinámica y una recuperación de viñedos abandonados de garnacha tinta que rondan los 48 años. Más concretamente, la parcela de donde procede este vino, Ziries 2008, tiene 53 años, de suelos profundos y composiciones arenosas, calcáreas y arcillosas. Son cepas sobre pie franco, sobre las que se le aplican una agricultura ecológica, aunque sin certificación para no aumentar los gastos.



Y es que la garnacha está de moda, y no sólo en España. Poco a poco y con el esfuerzo de las bodegas que la emplean en sus vinos, principalmente en pequeños proyectos artesanales y de producciones pequeñas, sacan la máxima expresión de esta variedad, que fue no hace mucho la más plantada del país, para mostrarla en el extranjero y darle un impulso como a ninguna otra uva tinta española, a excepción de la poderosa tempranillo. El éxito de esta variedad se basa principalmente en el trabajo en el viñedo. Son las viñas viejas de garnacha las que están teniendo verdadero éxito, como son las de este vino, de 53 años de edad. Esto es debido a que estas cepas acumulan sustancias de reserva, cada año, ofreciendo producciones más bajas, aunque la calidad de la uva es mucho más estable, consistente y con una mayor concentración. Esto también implica que las añadas sean más regulares, siendo estas viñas viejas muy valoradas por los viticultores y enólogos. Hay que recordar que esta variedad de uva tiene tendencia oxidativa, y no es una uva con mucho color ni con una gran estructura tánica para permitir al vino envejecer durante largos años. Sin embargo, bien tratada, nos regala vinos muy perfumados, elegantes, minerales y equilibrados.

Flequi Berruti, César Ruiz y Nacho Jiménez, amigos y socios de La Tintorería.
 Flequi Berruti es uno de los máximos responsables del éxito que está teniendo este vino. Actualmente es socio-propietario de la ingeniosa y dinámica tienda de vinos “La Tintorería” de Madrid. Anteriormente, estuvo trabajando en la vinoteca “Lavinia” durante 7 años, dónde conoció a los sumilleres y enólogos Nacho Jiménez y César Ruiz, sus futuros socios en La Tintorería. Esta tienda tiene alrededor de 1.500 referencias, repartidas entre vinos nacionales e internacionales, con especial atención a vinos de bodegas artesanales de pequeñas producciones numeradas, vinos biodinámicos y vinos de variedades autóctonas muy difíciles de encontrar. Ah sí, se me olvidaba, los vinos de la Borgoña son su delirio, y eso se trasmite y se siente en la tienda.
Volviendo al vino en cuestión, quieren llevar a cabo un gran reto, contradictorio a lo habitual en esta zona: reducir el peso alcohólico y la golosidad típicas del centro de la península. Así, al mando de la enóloga de la bodega, Sonia López, buscan el equilibrio, la elegancia y la sencillez, junto con la expresividad de la uva y el terroir. Esta añada del 2008 es la primera en comercializarse, aunque existe desde el 2004 con producciones mínimas para los amigos.
El otro vino de esta bodega es Navalegua, nombre elegido por la enóloga Sonia López. Es un vino con aromas más finos, florales y delicados, con un pequeño aporte de madera que da consistencia al vino.
Como última noticia sobre este vino, hay que señalar que en su añada del 2008, ha sido valorado recientemente por el afamado crítico norteamericano Robert M. Parker con 91 puntos, aunque en realidad ha sido su colaborador Jay Miller, responsable en la revista “The Wine Advocate” de la cata de los vinos españoles, entre otros. Un gran éxito para esta bodega y todo su equipo, que esperaban expectantes la calificación de tan prestigioso crítico vinícola, y el reconocimiento a la valentía de haber recuperado viñas viejas y abandonadas en Cuerva y San Pablo de los Montes de Toledo.

ZIRIES 2008
·        Bodega: Bodegas Lobecasope.
·        Zona: Vinos de la Tierra de Castilla (Montes de Toledo).
·        Tipo de vino: Tinto con madera.
·        Meses en barrica: 14 meses en barricas de roble francés de 500 l.
·        Variedades: Garnacha.
·        % alcohol: 14,5%.
·        Precio aprox.: 10€.
·        Punt. Personal (0-100): 72 ptos.

El vino se nos presenta con un bonito color rojo cereza con ribetes morados, de capa media, brillante, densidad media y lágrimas medio-rápidas.
Nariz seductora, de intensidad media-alta con aromas a violetas, lavanda, frambuesa madura, albaricoque, regaliz y humo. Se aprecia el hincapié en anteponer en la elaboración la fruta a la madera a pesar de sus 14 meses de barrica, con un discreto cacao en segundo plano.

Boca fresca con una entrada seca, nerviosa y juguetona, de cuerpo ligero y paso rápido. Pronto aparecen notas astringentes, dejando la boca con una sensación de sequedad y verdor al final de la lengua. Sus 14,5 grados de alcohol se hacen presentes, que junto a los taninos verdes quitan calidad en boca a este vino. Quizás necesita más tiempo en botella para pulir esos potentes taninos y honrar a esa nariz que es verdaderamente extraordinaria. No es un vino para todos los públicos, en mi opinión es para gente ya avanzada que entiendan los rasgos de este gran vino.

Cada añada, este vino se va puliendo en su elaboración y va ganando en calidad. Según me cuenta Flequi, “el 2010, si no pasa nada raro, dará que hablar, porque incluso nos gusta más que el 2009, que está francamente bueno. Hemos trabajado con un 20% de raspón y nos ha gustado verdaderamente el tipo de vino que ha salido con esta nueva forma de elaborar: vinos con más frescura, más largo de boca y con una fruta más presente”. Habrá que catarlos para poder compararlos.

Desde este blog personal quiero agradecer a Flequi Berruti su predisposición a informarme sobre todas las dudas que me han ido surgiendo durante la realización de este artículo, y felicitarle por su devoción hacia este mundo tan bonito del vino, que se traslada a todo lo que hace.

¡¡Que Bodegas Ziries siga recuperando viejas garnachas de Cuerva y San Pablo de Toledo!!



sábado, 9 de julio de 2011

TESOROS- La sauvignon blanc de Nueva Zelanda


Todo se vuelve mágico e intrigante cuando un amigo te cuenta que su padre puede tener un tesoro y no lo sabe. Esto me ha pasado a mí con un “tesoro vinícola”, de aquellos en forma de botelleros de más de 600 botellas en un garaje destinado a proteger el coche y guardar los trastos que no caben en las casas. Botellas de viejas añadas, de países lejanos, de blancos, de rosados, de tintos; pero todas con una incógnita: ¿En qué estado se encuentran? Un garaje no es el sitio más idóneo para la conservación correcta de los vinos, ya que hay ruidos, olores desagradables, y temperaturas y humedades muy variables.
Pues la respuesta es clara: algunos evolucionan muy rápidamente pero con unos atributos positivos, y otros lo hacen recogiendo las dificultades de una crianza en botella inadecuada.
Después de estar contemplando y admirando muchas de las botellas allí “expuestas”, nos decidimos por descorchar un par de ellas, que pensábamos iban a estar en su fase de declive por su aspecto “no correcto”:


Sacacorchos de aire para extraer tapones frágiles


 -   Un rosado o posible “clarete” de la zona madrileña de Arganda del Rey de 1999, elaborado con las uvas malvar y tempranillo, con claros signos de decadencia: color muy apagado y velado, olores a acéticos y fruta podrida, y una boca sin intensidad, frescura, y rasgos varietales.
       -   Un blanco de Nueva Zelanda de 1994, elaborado con la afamada y triunfadora uva sauvignon blanc. En un principio, pensábamos que a causa de unas fugas del vino a través del corcho por las altas temperaturas en el garaje, el vino tendría claros signos en nariz a “picado”, pero después de descorcharla cuidadosamente con el sacacorchos de aire a presión, la cosa cambió.


      Su color en la copa denotaba claros signos de una evolución acelerada, tal vez a causa del contacto del líquido con el oxígeno, como ya nos mostraba el corcho extraído con manchas longitudinales de fuga hacia el exterior, pero sin embargo, presentaba un brillo característico de juventud y acidez presentes, que nos daba una pizca de esperanza de lo que nos podríamos encontrar en nariz y boca.
Efectivamente, la nariz fue la gran triunfadora, de gran intensidad, golosidad y elegancia. Aromas limpios y complejos a mieles, orejones, higos, melocotones rojos en almíbar, confituras, y un fondo del caldillo de la lata de los espárragos blancos; es decir, una nariz de pastelería en sus labores, que dejó atrás los comunes olores de la sauvignon blanc joven de la Isla del Sur (Marlborough Region) de Nueva Zelanda a grosellas, zanahorias, frutas tropicales, tila y espárragos. Son aromas que me recordaban a los grandes vinos dulces húngaros, como son los Tokaji, tal vez originados por una concentración de azúcares en botella que posiblemente ocasionó una fermentación en su interior, debido a las altas temperaturas en ese garaje. De todas formas, ¡¡bendito plus de azúcares!!
La boca no tuvo tanta suerte. Entrada floja, aunque golosa; recorrido graso y con un punto de astringencia media; una acidez marcada pero no molesta; y con aromas en el retrogusto a cítricos y salinos.
Con este artículo, se abre un nuevo apartado en este blog al que llamaré TESOROS, destinado al descubrimiento y disfrute de vinos de viejas añadas que pueda “atrapar”, para contarles en qué estado se encuentran según sus parámetros organolépticos. Estos reportajes llevarán en su título la palabra “TESOROS” seguido del resto del título.
De momento, habrá que seguir haciendo visitas a ese garaje para continuar abriendo el “cofre del tesoro” y ver qué ocurre.
¡Saludos y salud para todos!

martes, 5 de julio de 2011

Bodegas Delgado Zuleta, historia y tradición.

Las catas de los sábados organizadas por el Consejo Regulador del Marco de Jerez son una maravilla. Con un aforo de apenas cincuenta personas, se practican catas y presentaciones de bodegas del Marco de Jerez para promocionar sus vinos, y de camino divulgar la cultura del Vino de Jerez a los neófitos y a los ya avanzados.


La bodega elegida para el sábado 2 de julio fue la de Delgado Zuleta, la bodega familiar más antigua del Marco de Jerez (1.744), perteneciente a la localidad de Sanlúcar de Barrameda, presentada por su director Jorge Pascual y el enólogo Salvador Real.



Para empezar, resumen de la historia del Vino de Jerez, desde sus comienzos traído por los fenicios a Xera allá por el año 700 a.C., hasta los procesos de elaboración y crianza de sus diferentes tipos de vinos.
Los vinos elegidos para la cata fueron:
-         Manzanilla Delgado Zuleta.
-         Manzanilla “La Goya”.
-         Amontillado Monteagudo.
-         Palo Cortado Monteagudo.
-         Cream Monteagudo.





En especial me llamó la atención la manzanilla “La Goya”, nombre cedido por la afamada bailaora bilbaína de flamenco y cupletista, Aurora Jauffre, a la que llamaban “La Goya”, para la mejor de sus manzanillas. El enólogo de la bodega, Salvador, nos comenta: “es una manzanilla llevada al extremo en su crianza”, debido a los 7 u 8 años de crianza biológica bajo velo de flor (sin llegar a ser una “manzanilla pasada”), nada normal en las manzanillas tradicionales de la zona, ya que lo habitual es que tengan una crianza de 3 o 4 años bajo velo de flor. Esta manzanilla nos regala la limpieza y pureza de las grandes manzanillas junto a los matices otorgados por la crianza durante esos años, y todo eso a un precio en el mercado alrededor de los 6€, todo un placer al alcance de todos.
Como muestra de la calidad de este caldo, hay que señalar que fue elegida en una cata a ciegas entre vinos de bodegas de Jerez, para ser servida como aperitivo en el convite nupcial de los Príncipes de Asturias.
En otro artículo de este blog, comentaremos los rasgos y características típicas de las manzanillas, que como no, siempre sabrá mejor acompañada con langostinos de Sanlúcar y contemplando las aguas del río Guadalquivir en su desembocadura. ¡Todo un lujazo!
Hasta pronto.